Empezando por Santa Fe, Jujuy, Capital Federal y Santiago del Estero quiénes vuelven a clases este miércoles 17 de febrero y siguiendo por el resto del país que retoma los primeros días que marzo, el regreso a las aulas es un hecho.
Para que esta presencialidad sea lo menos riesgosa posible en cuanto a propagación de virus, cada jurisdicción esta decidiendo como repartir los grupos de chicos, según el tamaño de los mismos y de las instalaciones.Algunos optarán por el esquema de semanas alternativas: los
cursos se dividirán en dos grupos, para respetar la distancia dentro del aula, y
cada grupo alternará una semana de clases presenciales y la siguiente el alumno
estudiará en su hogar.
Otra de las opciones es que tal vez tengan que asistir todos
los días, pero divididos en turno mañana y turno tarde.
Sin importar que esquema se elija para la presencialidad, el
punto en común es qué sucede si alguno de los alumnos o maestros resulta positivo
de COVID-19.
Las burbujas son los grupos en los que se segmenta a alumnos y
docentes. El objetivo es que los miembros de cada burbuja solo tengan contacto
entre ellos mismos y no con personas pertenecientes a otras burbujas.
De esta forma, si un estudiante resulta contagiado, se aislará
por 10 días al curso que pertenece y a los docentes que estuvieron dando clases
en el mismo hasta 48 horas antes, es decir a su burbuja.
En cambio, si el que resulta positivo es el docente, se deberá
aislar durante diez días a todas las burbujas con las que tuvo contacto hasta
48 horas antes de recibir el resultado del hisopado.
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